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LA DISCUSIÓN SOBRE EL ABORTO LEGAL – ¿OTRA GRIETA EN LA SOCIEDAD ARGENTINA?

LA DISCUSIÓN SOBRE EL ABORTO LEGAL – ¿OTRA GRIETA EN LA SOCIEDAD ARGENTINA?

Por Marcelo H. Echevarría (1)

La discusión entre los portadores de pañuelos celestes y verdes que representan encontrarse o no a favor de la no incriminación del aborto o aborto legal, abrió una nueva grieta en la sociedad argentina.

Nadie duda que este tema debió ser tratado años atrás, siendo ponderable que el Gobierno lo haya sacado a luz, sin importar si existe o no alguna connotación política detrás de esta iniciativa.

No me detendré en el análisis de las características del proyecto de ley que tiene su media sanción por Diputados y prontamente será tratado en el Senado de la Nación, sino en los ribetes que la mencionada discusión origina.

A mi entender, hay un sano disenso que se trata entre los adolescentes y jóvenes.

Chicas y chicos de entre 14 y 20 años que, movilizados de manera espontánea por sus propias ideas sobre este tema, participan en marchas sea a favor o en contra del aborto legal.

Esos adolescentes son los protagonistas.

Vivenciaron un hecho histórico, quedándose a la intemperie una larga noche de vigilia en que se llevó a cabo la sesión en Diputados, con una temperatura muy baja, padeciendo el frío pero con la esperanza en ver su idea plasmada en cada voto que iban dando a conocer sus representantes en el Congreso Nacional  mediando un conteo muy parejo de los mismos.

Esa esperanza en que se concrete su ideal fue la frazada que los cobijó del frío de esa noche.

Al otro día, casi al mediodía, se vieron algunas caras amargas y otras alegres  luego de conocerse el resultado de una votación muy reñida en donde salieron favorecidos los argentinos portadores de pañuelos verdes, ya que los Diputados Nacionales habían votado por mayoría a favor del aborto legal.

Hasta aquí una Argentina que debatió en democracia un tema de altísima sensibilidad social.

Pero no faltaron las secuelas de la llamada “grieta” la cual tiñe a nuestro País como retrógrado alejado del modernismo y del desarrollo, dejando expuesta la intolerancia ante el vacío argumental o nulo fundamento para llevar adelante una discusión útil, tanto social como políticamente.

Ejemplo de ello fue la noticia en los medios dando cuenta que a través de las redes sociales trataban de censurar a la escritora Claudia Piñeiro por apoyar el aborto legal, intentando que la Fundación OSDE la censure impidiéndole realizar una entrevista programada con un ciudadano cubano en el próximo mes de agosto de este año.

Para estos fanáticos, una de las más importantes intelectuales de Argentina no podría expresar su idea, caso contrario estaría expuesta a la censura sobreviniente solicitada por un minúsculo grupo de intolerantes.

Otro hecho que lo califico como retrógrado, repugnante y que dieron cuenta los medios gráficos, lo protagonizó el sacerdote Luis Moises Jardín en la Catedral de La Plata en donde calificó a las mujeres pro aborto legal como “esas locas” y llamó al Presidente Mauricio Macri “desmadado, cretino, cobarde y traidor” por instalar esta discusión en el seno de la sociedad.

Eso sucedió en la Catedral de La Plata, en el mismo lugar donde días atrás, un sacerdote de nombre Esteban Alfón le tiró una patada a una señorita por festejar en la Catedral su Graduación en Comunicación Social.

A esa graduada, el representante de Dios en la tierra, que dicho sea de paso cobra su sueldo de nuestros impuestos, la sacó a patadas de la propia Casa del Señor, cuyo mantenimiento también se paga con nuestros impuestos.

Ni que hablar del Párroco Hernán Ustariz de Nuestra Señora de Fátima de Castelar el cual, conforme lo publicado en medios periodísticos, les habría dicho a sus alumnas “si no quieren tener hijos, cierren las piernas” y “si están a favor de que se muera un bebe ¿Porqué no están también a favor de que se mueran las mujeres? amenazando al alumnado con echarlos de la Institución si se pronuncian a favor del aborto legal.

Más allá de lo grosera de esta lamentable frase y de un estilo nada feliz, y por sobre todo altamente cuestionable dado que se estaba dirigiendo a muchas mujeres, me permito sugerir que antes de inducir a las alumnas a que cierren las piernas si no quieren tener hijos, les ofrezcan una excelente cátedra sobre Educación Sexual. Pero claro, la iglesia en su momento también se mostró en contra del uso de preservativos. ¿Lo recuerdan?

Enseñar un tema tan importante como la Educación Sexual a los alumnos con ese antecedente seguramente le llevará un tremendo esfuerzo argumental, toda vez que deberán anteponer la salud pública a los dogmas religiosos preconcebidos, lo cual a mi criterio es contradictorio.

También da cuenta la noticia periodística del periodista Joaquín Cavanna de Infobae que, en una marcha de más de 300 alumnos del Colegio San Miguel Arcángel del Pueblo Suncho Corral en Santiago del Estero, en donde el 9 de julio pasado, en el marco del Acto del Día de la Independencia, todos los alumnos marcharon con pañuelos celestes. ¿Imagino que no habrán sido obligados a ello, o sí?

Entre otras noticias surge que un sacerdote identificado como Juan Manuel Cabrera del Colegio Guadalupe de Valle Viejo de Catamarca retó a una alumna por llevar pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro, Gratuito. Resalta la nota periodística que los padres y alumnos sostuvieron que por lo menos esa niña no fue sancionada ni expulsada del establecimiento educativo.

De los ejemplos citados anteriormente, se evidencia que quien ejerce autoridad sobre la persona le IMPONE el modo de pensar al último, conforme su creencia y conveniencia, sin importarle lo que piensa el alumno, en una actitud interesada y altísimamente egoísta y por sobre todas las cosas arbitraria ya que utilizan en muchos casos esa “autoridad” para imponer a fuego una idea.

Los sacerdotes a los que hicimos referencia (por supuesto quiero entender que se trata de un grupo minúsculo y no de una mayoría) no permiten que sus alumnos sean libres pensadores, críticos, tengan ideas propias, debatan libremente, disientan educadamente, sino que les inculcan seguir un dogma y no apartarse del mismo como si fuese la verdad revelada, toda vez que, en caso de apartarse, podrían sobrevenir severas sanciones como la expulsión de un colegio religioso, o el estigma del pecado, entre otros.

Esa metodología primitiva, que controló a través de la religión a mucha gente, les cercena a los hombres del mañana el desarrollo de la crítica, basada en fundamentos, tesis, antítesis, disensos, etc, impidiendo el crecimiento de toda comunidad.

Un joven con ideas propias y crítico es un problema para el viejo sistema vetusto, primitivo y controlador porque PIENSA y no se deja influenciar por ideas con las cuales no conculca, sean cual fueren de índole política, económica, social o familiar.

Sería importante debatir y estudiar lo que dice la Organización Mundial de la Salud al sostener que: “En los países donde al aborto está completamente prohibido o se permite solo para salvar la vida de la mujer o preservar su salud física, solo 1 de cada 4 abortos fue seguro; por el contrario, en los países donde el aborto es legal en supuestos más amplios, casi 9 de cada 10 abortos se realizó de manera segura. Restringir el acceso al aborto no reduce el número de abortos”.

Sobre estos temas de índole técnicos, sanitarios, de salud no existe ningún tipo de argumento sea a favor o en contra. Pocas mesas de debate se llevaron adelante sin incurrir en fanatismos, tanto sea a favor o en contra del aborto legal.

¿Alguien puede llegar a pensar que una persona que tiene decidido abortar no lo hará porque la ley se lo impide?.

Me inclino a pensar que, como la sociedad a veces demuestra aristas de hipocresía, muchos de los fanáticos que hoy poseen pañuelo celeste, de tener la desgracia que un familiar tenga un embarazo no querido, optarían por recurrir a un aborto.

Eso sí, seguramente la situación económica de algunos les permitirá acudir a un quirófano higiénico con todas las normas de seguridad a su alcance a fin de practicar el mismo. Aplica el mismo ejemplo la situación de una chica de bajos recursos o en situación de extrema pobreza en donde se muere en el intento.

Conclusión:

El tema del aborto se debe analizar desde la salud pública, lejos de los principios religiosos, dogmas o descalificaciones.

Evalúen lo positivo y negativo de la medida CIENTÍFICAMENTE, aplicando analogías con Países del primer mundo en donde este tema fue superado desde hace tiempo y la salud pública ya se hizo eco de esta problemática.

Comparen estadísticas que surgen de entidades reconocidas mundialmente y apliquen un rigorismo técnico a este tema que, por suerte, se encuentra en agenda para su tratamiento.

Ese natural idealismo y muy provechoso por cierto que se puede ver en adolescentes movilizados, adóptenlo como ejemplo y mediando una metodología de trabajo den respuestas acordes explicando los políticos, sacerdotes, médicos y referentes sociales científicamente a través de debates, las ventajas y desventajas que entiendan que acarrea este proyecto de ley, dejando de lado estupideces tales como obligar a que 300 chicos salgan a una marcha con pañuelos celestes, los cuales muchos compartirán ese ideal, otros, contrariamente, no estarán de acuerdo, mientras que al resto seguramente no les interesa el tema.

Crezcamos como sociedad, adopten el debate y no la imposición de las ideas por la fuerza.

Dejen pensar libremente a los dirigentes del mañana.

No los limiten con absurdos preconceptos.

No los adoctrinen. Es muy sano criticar, preguntar, razonar a fin de tomar una libre decisión.

Mi sobrina Sofía, de 15 años de edad, me hizo llegar este trabajo práctico sobre el aborto presentado en su colegio, el cual reproduzco literalmente:

“Dado a que se está negando un derecho de salud pública a las mujeres, se nos está negando la autonomía sobre nuestro cuerpo, se nos está negando el derecho a decidir si queremos o no ser madres (y con ello cuando, dónde y con quién) y se nos está negando, principalmente la posibilidad de que esta realidad que pasó pasa y pasará (como lo es el aborto) se pueda realizar en condiciones salubres, higiénicas, seguras y sin posterior perjuicio social (dejando de lado el privilegio de pertenecer a cualquier clase social)”.

Toda la familia nos formamos en escuela religiosa. Somos católicos.

Más allá de estar o no de acuerdo con su postura, todos la felicitamos.

La educación que le dieron sus padres fue la de ser una libre pensadora, sin ataduras, ni fanatismos, sin incurrir en posiciones intransigentes, ni descalificaciones. A su manera, fundó su postura con argumentos que serán acertados para algunos y desacertados para otros.

Quizás dentro de unos años cambie de opinión o la mantenga. Todo es dinámico en la vida.

A los chicos y chicas en la edad adolescente y que hoy se movilizan por el tema aborto legal, sus ideales serán lo que las hará crecer intelectualmente, preguntando, investigando, cuestionando, criticando, debiendo las autoridades que ejercen un poder de dominio sobre ellos culminar con lo peor que se puede realizar a esa edad que es la censura, la descalificación, el repudio o el ninguneo por adoptar una posición, sea cual fuere, ante un tema de sensibilidad social.

(1) Abogado (UBA). Especialista en Derecho Penal (UB)