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PILAR Y SU LAMENTABLE DECADENCIA POR LA INSEGURIDAD- UN LLAMADO A LA GOBERNADORA VIDAL

Agradezco a Periodico de Pilar por publicación de este artículo

 

Por Marcelo H. Echevarría (1)

Homicidios, venta ilegal, inseguridad urbana, cientos de comercios cerrados, un casco histórico detonado por postes en la vía pública sosteniendo el cableado aéreo que no deja ver el cielo, inundaciones constantes, etc. En fin, un panorama triste, desolador, decepcionante y por sobre todo extremadamente doloroso.

En Pilar, la delincuencia es un tema cotidiano y se naturalizó el convivir con ella.

La venta ilegal promovida por organizaciones clandestinas se instaló en la localidad en una suerte de zona liberada.

Mientras que el comercio legal padece la aguda recesión, a ello se le suma la incidencia de la competencia desleal como consecuencia de la venta ilegal.

Un comerciante cuyo local se encuentra a escasos 200 metros de la sede comunal, tuvo la valentía de denunciarlos.

Los propios vendedores ilegales lo amenazaron de muerte por haber radicado la denuncia. Volvió a la Fiscalía y denunció este nuevo ilícito. La respuesta de la justicia no se habría hecho esperar. Habrían archivado su denuncia de manera “express”.

Cuando desde el propio Estado no se le responde al ciudadano, no hay Estado y, cuando ello ocurre, los ciudadanos se encuentran a la deriva.

Lo argumento con un ejemplo reciente:

El Vicepresidente de la Entidad Empresaria Pilarense (SCIPA), el reconocido empresario Santiago Piermarini, denunció que la venta ilegal atrae inseguridad y en el marco de esa opinión realizada en un medio radial manifestó sus condolencias con la concejal de Cambiemos que días atrás asesinaron a su papa en ocasión de un robo en su comercio.

La respuesta de los funcionarios fue que el empresario, al denunciar la venta ilegal como el factor que atrae inseguridad, estaba realizando una “utilización política” del antedicho homicidio del padre de la Concejal.

Aseguro que no salgo de mi asombro por tanta bajeza, vulgaridad e irrespetuosidad que no solamente impactó en el empresario mencionado, sino que, aún es más gravoso, publicaron ese exabrupto sin tomar en cuenta el dolor en que se encuentra inmersa la familia del comerciante asesinado.

El dirigente empresario de inmensa y reconocida trayectoria en Pilar fue respaldado no sólo por innumerables medios periodísticos, sino por todas las fuerzas vivas e instituciones que lo conocen de años, el cual sería incapaz de realizar manifestaciones como las que quisieron tergiversar los propios funcionarios que nos representan y que, supuestamente, son los que bregarían por nuestro bienestar.

Una vergüenza institucional y política del oficialismo. La maniobra les surtió el efecto boomerang. Políticamente los destruyó, por lo burda, grosera y altamente repugnante.

No creo que haya remedio a corto plazo para retomar la vía de la razonabilidad, del bien hacer, de gobernar por y para la ciudadanía, toda vez que, en mi opinión, se ha perdido totalmente el rumbo de la gestión local y todo lo que sucede son manotazos de ahogado.

Deseo brindar una posible solución que redunde a favor de la ciudadanía.

Estimo necesario que, desde el propio Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, intercedan tomando las medidas necesarias a fin de erradicar las organizaciones de venta clandestina en Pilar, como de igual manera, desde la Gobernación de la Provincia, llamar a un diálogo fructífero entre la ciudadanía y la administración municipal para crecer, para trabajar en equipo, para ser proactivos y no para confrontar ni friccionar.

Para ello, así como la Sra. Gobernadora María Eugenia Vidal visita Pilar y se muestra juntamente el Intendente, de igual manera sería muy oportuno que inste al último a fin que tome la decisión política en lo inmediato de erradicar la venta ilegal, conformada por organizaciones que en la mayoría de las veces utiliza a niños descalzos en días de frío y con caritas nada felices con la finalidad de vender productos plásticos tipo tupper o similares -entre otros- en semáforos y/o en puestos fijos en la vía pública, en las narices de los funcionarios municipales y a escasos metros del municipio, mientras que los adultos les repondrían las mercaderías desde automóviles de gama media y/o alta y, seguramente, en su interior, sus ocupantes viajarían bien calefaccionados, en una clarísima explotación infantil.

Confío en la sensibilidad de la Sra. Gobernadora, toda vez que esa sensibilidad no se exteriorizaría – al menos hasta ahora- por parte de las autoridades municipales locales.

(1) Abogado (UBA)- Especialista en Derecho Penal (UB)-.